Ventilación y capacidad pulmonar

La ventilación pulmonar consiste en el continuo intercambio de fluidos entre los pulmones y la atmósfera. En aquel ocurren dos acciones: la inspiración y la respiración. La inspiración implica el estiramiento del diafragma hacia abajo, agrandando la caja torácica, levantando el esternón con ayuda de los intercostales. Esto provoca que la presión decrezca, causando que el aire ingrese por las vías respiratorias. En la espiración por el otro lado, se relajan los músculos inspiratorios y se expulsa el aire inhalado por las mismas vías respiratorias, provocada por un aumento de presión en el área del tórax. La cantidad de aire que uno respira es proporcional a cuanto es la necesidad de tu cuerpo para oxigenar las células de su tejido. Esto varía en el estado físico, su masa corporal, etc. Según el Dr Ruben en su artículo “Consumo de O2 MAX” del 2004 cuatro establece que la demanda muscular del cuerpo puede aumentar hasta tres veces el consumo de oxígeno, “Entrenados de resistencia de largo tiempo pueden producir un 300% de aumento en capacidad oxidativa de músculo, pero sólo un 15 a 25% aumento en VO2max.”. Existen varios métodos para calcular la capacidad pulmonar. Los siguientes términos son los que ayudan en este cálculo: Volumen corriente, volumen de aire inspirado o espirado en cada respiración normal (aprox.500ml); Volumen de reserva inspiratorio /espiratorio, volumen adicional máximo de aire que se puede inspirar/espirar por encima del normal; Volumen residual, volumen de aire que queda en los pulmones (1200ml).

La vitamina c y su estabilidad

¿Qué es la vitamina C? Una vitamina es un compuesto orgánico necesario para el funcionamiento fisiológico normal. No puede ser sintetizado en cantidades suficientes (o simplemente no puede ser sintetizado), por lo tanto se debe obtener de la dieta. La vitamina C, un micronutriente, es también denominada ácido ascórbico. A diferencia de mamíferos y otros animales, el cuerpo humano no puede sintetizar esta vitamina. Está dada por la siguiente fórmula estructural:

¿En que nos beneficia? ¿Cuáles son sus ventajas para la salud humana? ¿Qué tanto lo requerimos?  Su estructura y su composición química la caracterizan como un antioxidante importante. Se encarga de eliminar el contenido de radicales libres/ agentes oxidantes dañinos del cuerpo y a su vez evitando el riesgo de cáncer de mama, pulmón y páncreas (Dr. Daniel Gonzalez, 2010). Es importante para la síntesis de colágeno, proteína que se encarga de formar fibras colágenos que componen la piel, huesos, etc. Consumir leves cantidades de vitamina C puede conllevar a deficiencias como la anemia, escorbuto, baja tasa de cicatrización, piel áspera y reseca, entre otros. La dosis diaria de vitamina C varia según el Instituto Nacional de Salud (NIH):

Tabla 1.- Cantidades de consumo aprox. de vitamina C
Niños: Adolescentes: Adultos:
·       1 – 3 años: 15 mg/día

·       4 – 8 años: 25 mg/día

·       9 – 13 años: 45 mg/día

·       Niñas de 14 a 18 años: 65 mg/día

·       Niños de 14 a 18 años: 75 mg/día

·       Hombres de 19 años o más: 90 mg/día

·       Mujeres de 19 años o más: 75 mg/día

·       Mujeres embarazadas: 85 mg/día

(“Vitamina C”; publicado por MedlinePlus en la página http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002404.htm actualizado 18/02/2013)

La vitamina C también es usada como aditivo para la preservación de alimentos. La vitamina puede ser desarrollada sintéticamente mediante la fermentación de glucosa seguida por una etapa de oxidación. No es el mismo que el suplemento vitamínica descrito previamente, pero sigue siendo vitamina C. Este tipo de vitamina C se añade a productos de carnes para evitar la formación de nitrosaminas, en pastelerías, cereales, bebidas, salsas, conservas enlatadas, etc. Y su toxicidad es considerada inofensivos.(“E300-Ácido Ascórbico”; http://www.aditivos-alimentarios.com/2014/01/e300-acido-ascorbico.html; visitado 01/11/14)

La vitamina C es un polialcohol con un grupo ácido. Es usada como aditivo alimentario por su actividad antioxidante. ¿Qué relación tiene su poder reductor con su estabilidad como molécula? Según Azucena García Portillo en su libro “Dietética y nutrición: Las Vitaminas II” publicado por Educaguía.com, “la vitamina C es la más inestables de todas las vitaminas, es sensible al calor, a las oxidación, a la deshidratación, y al almacenamiento”. También añade que las mayores causas de pérdida de vitamina C en el fruto/verdura se debe al almacenamiento a temperatura ambiente, y por oxidación al exponerse al aire. Con esto se infiere que las frutas/vegetales con vitamina C requiere de ambientes refrigerando, y aislados lo más posible del aire. En el caso de los zumos, el libro recomienda su consumo inmediato para aprovechar su contenido vitamínico. Según Gabriela Gottau en su artículo “En cuanto tiempo pierde la vitamina C un zumo de naranja”, la mayor velocidad de pérdida que presenta de vitamina C que presenta un zumo de naranja es cuando es recién exprimido, expuesto a temperaturas elevadas, a la luz solar y en un recipiente sin tapar. También indica que en un ambiente casero (sin mucha exposición a luz, a temperaturas moderadas 25-30°C, y sin mucha exposición directa a luz solar), pueden pasar 12 horas hasta que el zumo (sin tapar) pierda totalmente su contenido de vitamina C. En el caso de estar envasado, por día, su pérdida equivale alrededor del de 2% (tomando en consideración que al envase se lo vuelve a tapar y refrigerar una vez abierto).

En resumen, la vitamina C, al ser uno de los vitaminas con gran poder reductor, es susceptible a la oxidación del aire, a elevadas temperaturas, y a abundante exposición de luz. Su función antioxidante su cumple al ser fácilmente oxidado y, así, evitando la oxidación de otras especies. La vitamina C juega un rol importante ya sea para la salud humana o como aditivo alimenticio, todo en función de combatir los dañinos radicales libres y agentes oxidantes.

Agentes teratógenos

Agentes teratogénicos

Perteneciente a la página web: maternidadlafloresta.com

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En el parto existe la posibilidad de que el bebe nazca con alguna anomalía o defecto congénito. De hecho, según Jan Langman (2007, “Embriología médica”), el 40-45% de los casos son de causas indefinidas, el 28% de mutaciones genéticas, y el 3-4% a factores ambientales. Las ciencias que estudian estas enfermedades son la teratología y las dismorfología. Estas anomalías pueden ser malformaciones, interrupciones, deformaciones, o incluso formar parte de un síndrome. Cualquier factor capaz de causar una anomalía congénita se denomina como un agente teratogénicos.

Los teratógenos poseen mecanismos en que vayan a actuar sobro el embrión/feto en desarrollo. Estos actúan sobre los tejidos y las células en desarrollo. Estas a su vez serán inducidas a una embriogénesis anómala. Dichos mecanismos tienen como fin la inhibición de un producto o proceso bioquímico, la muerte celular, la disminución de la replicación celular, y la alteración de otros componentes celulares.

Los agentes teratogénicos se clasifican según su naturaleza:

A) Biológico

Agentes biológicos, también denominados infecciosos, provienen de infecciones (prenatal) virales, bacterianas o parasitarias al feto en desarrollo. Estas invasiones de forma directa al feto pueden causar inflamaciones a nivel de tejido fetal y apoptosis celular. En sus efectos predominantes se encuentra la muerte fetal, retraso en desarrollo, microcefalia (tejido nervioso), calcificaciones cerebrales, desordenes del desarrollo motor, anomalías del tono muscular, entre otras.

Ejemplos con sus malformaciones congénitas:

-Virus de la rubéola: cataratas, glaucoma, defectos cardíacos, sordera, anomalías dentales.

-Citomegalovirus: microcefalia, ceguera, retraso mental, muerte del feto.

-Toxoplasmosis: hidrocefalia, calcificaciones cerebrales, microftalmía.

B) Físico

Agentes físicos provienen principalmente de radiaciones ionizantes, factores mecánicos, y cambios exagerados de temperatura. En el caso de la exposición a radiación ionizante, pueden tener efectos teratogénicos, de mutación o de cáncer.

Ejemplos con sus malformaciones congénitas:

-Rayos X: Microcefalia, espina bífida, fisura palatina, defectos de extremidades

-Hipertemia: Anencefalia, espina bífida, retraso mental.

C) Hormonales

Estos incluyen medicamentos hormonales, hasta enfermedades propias maternas que afectan su metabolismo y actividad hormonal durante el periodo de susceptibilidad del embrión.

Ejemplos con sus malformaciones congénitas:

-Agentes androgénicos: musicalización de genitales femeninos (fusión de labios/hipertrofia del clítoris).

-Dietilestilbestrol (DES): malformación uterina, trompas uterinas, y parte superior de la vagina.

-Diabetes materna: defectos del corazón y el tubo neural.

D) Químicos

El 20% de las mujeres embarazadas, según NIH (National Institute of Health), no utilizan fármacos durante el periodo de susceptibilidad, y el resto toman un promedio de 4 medicamentos distintos. La talidomida fue uno de los fármacos que causo un desastre a nivel nacional de EEUU. El fármaco podía traspasar la barrera de la placenta y causar efectos teratológicos al feto. Además de fármacos, disolventes industriales y mercurio orgánico también pueden actuar como agentes teratogénicos.

Ejemplos con sus malformaciones congénitas:

-Aminopterina: anencefalia, hidrocefalia, labio leporino.

-Disolventes industriales: anomalías craneocefálicas

La susceptibilidad a estos agentes depende de varios factores. El primero está el genotipo del embrión y el genotipo materno. De estos variarán cómo reacciona a los diferentes estímulos del ambiente en el caso del embrión; y a los metabolismos de los químicos y resistencia a las infecciones en el caso de la madre. El segundo factor es la etapa de desarrollo que se encuentra el embrión o feto en determinado momento en que es expuesto al agente. Según Jan Langman  (2007, “Embriología médica”), el periodo más susceptible a agentes teratogénicos se encuentra entre la tercera a la octava semana del embarazo, ya que esta se relaciona con la formación de dicho embrión (embriogénesis). Hasta cada órgano en desarrollo tiene sus propias fases de susceptibilidad. Por último, el tercer factor depende de la dosis y el tiempo expuesto a dicho teratógenos.

En conclusión, los agentes teratogénicos son aquellos causantes de anomalías congénitas. Según su naturaleza, pueden ser infecciosos, físicos, químicos u hormonales. Su efecto en el embrión/feto dependerá de la susceptibilidad del genotipo mismo, su dosis y tiempo expuesto al teratógeno.

Bibliografía:

-“Embriología Médica”. Sadler, T.W; Langman, Jan. (2007). Ed. Médica Panamericana

-“Agentes teratogénicos y teratogenicidad”. Rodriguez, Marcela;  (2000). Universidad Javeriana